QUISTE TRIQUILEMICOS EN CUERO CABELLUDO.

QUISTE TRIQUILEMICOS EN CUERO CABELLUDO.

La localización más frecuente de los quistes epidérmicos es el cuero cabelludo. En el cuero cabelludo los quistes epidérmicos derivan de una parte del folículo que se denomina triquilema, por lo que en esta localización la casi totalidad de los quistes epidérmicos son en realidad quistes triquilémicos.

Algunas formaciones quísticas pueden tener contenido sebáceo, éstas son muy raras y lo más frecuente es el contenido en queratina ya que se originan a expensas del epitelio cutáneo. Por error a los quistes epidérmicos se les denomina quistes sebáceos debido a la creencia de que su contenido es sebo.

Frecuentemente los quistes triquilémicos son múltiples y tienen un carácter hereditario con patrón autosómico dominante.

Se presenta como una lesión nodular, redondeada, firme, generalmente dura, de superficie lisa. Cuando sobrepasan los 2-3 cm de diámetro y debido a la tensión a que está sometida la epidermis que recubre el quiste, puede ulcerarse e infectarse secundariamente.

El tratamiento es quirúrgico, sencillo si no ha habido complicaciones (ulceración, infección o proliferación) que dificulten la separación de la pared del quiste de la dermis circundante.



Técnica y procedimiento



Cirugía mínimamente invasiva:

1. Rasurado local.

Se realiza un rasurado de mínima extensión de entre 1 y 1.5 cm sobre todo en la zona central de la lesión.






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2. Desinfección de la zona.

Aplicación de Povidona yodada local en la zona previamente rasurada.



3. Anestesia local.

Infiltración del anestésico local (Scandinibsa al 2%), tras aspirado para descartar localización en un vaso, en la zona rasurada sin puncionar el quiste.



4. Pañeado estéril de la zona.



5. Punch.

Se perfora la cápsula del quiste a través de la zona rasurada con un punch de 5, 6 u 8 mm ejerciendo tensión perpendicular a las líneas de tensión cutánea.






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6. Vaciado.

Se realiza vaciado por expresión del contenido del quiste.




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7. Clampado de la cápsula con pinza y despegamiento de la misma con ayuda de tijera curva de punta roma.



8. Tracción y extracción de la cápsula.






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9. Comprobación de la inexistencia de cápsula en el interior de la cavidad.



10. Envío de la muestra a anatomía patológica.






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11. Lavado de la cavidad con suero y povidona yodada.



12. Sutura y cierre con uno o dos puntos de seda 3/0.




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13. Aplicación externa de Povidona Yodada.



14. Aplicación externa de Nobecutan® aerosol.



15. Revisión de la herida en 24 horas.



16. Retirada de los puntos a los 7 días.



Ventajas de la cirugía mínimamente invasiva



• Extracción de formaciones quísticas de varios centímetros a través de un orificio de mínimas dimensiones.

• Sangrado mínimo, casi inexistente, a pesar de estar trabajando en cuero cabelludo (con importante vascularización), debido a que estamos dentro de la cavidad, no siendo preciso la ligadura de vasos.

• Rapidez en el procedimiento: Se optimiza el tiempo en relación a la técnica clásica que precisaría tres veces más tiempo para ser llevada a cabo.

• Postoperatorio sin incidencias dado que no ha sido preciso incisión amplia en el tejido ni manipulación subquística del mismo.

• Es aplicable a quistes epidérmicos de otras localizaciones siempre y cuando éstos no hayan sufrido procesos inflamatorios previos (no adherencias capsulares). Un dato exploratorio útil en este sentido, será el desplazamiento del quiste debajo de la epidermis sin ninguna limitación. En este caso, la incisión con el punch deberá estar centrada por el poro.

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